¿Probióticos o prebióticos?
Los probióticos y los prebióticos tienen un mundo de diferencia, la principal es que los probióticos son organismos vivos, los puede producir nuestro cuerpo y viven en el intestino.
Los prébioticos son un tipo especial de fibra, que no los produce el organismo y funciona como el “alimento” para los probióticos. Teniendo los prebióticos y los probióticos balanceados, se ayuda a regular la salud intestinal, por ende la microbiota, reduciendo incluso la permeabilidad intestinal.
Los prebióticos en nuestra dieta son claves para nuestra flora intestinal, ya que se digieren solo en el intestino grueso, por esta razón dificultan el crecimiento de las bacterias "malas", mejorando así nuestra microbiota.
Parte de sus beneficios son:
- Mejorar nuestro sistema inmune, ya que el 70% de este se encuentra en nuestra flora intestinal.
- Al tratarse de una fibra, contribuye a mejorar la protección y el equilibrio del intestino, estimulando y restaurando la flora intestinal a través de las bacterias.
- Favorece la absorción de minerales como el magnesio, el calcio, zinc, lo que ayuda a la prevención de la osteoporosis.
- Mejora nuestro sistema digestivo, ayudando a regular el tránsito intestinal.
- Ayuda a equilibrar los niveles de colesterol.
- Ayuda a promover el crecimiento y la actividad de bacterias beneficiosas para el intestino.
- Favorece la síntesis de vitamina B.
- Inhibe el crecimiento de las bacterias dañinas.
- Reduce los niveles de azúcar en la sangre.
- Mejora la calidad de vida de personas con colon irritable.
- Regula el Ph intestinal, ideal para después de haber tomado antibióticos
- Ayuda a prevenir enfermedades inflamatorias, cardiovasculares, obesidad o enfermedades con una base inmune.
- Mejoran el ánimo, esto porque en nuestro intestino se encuentra el 90% de nuestra serotonina (hormona de la felicidad). Regulando los niveles hormonales ayuda a controlar los cambios de humor, ansiedad, así como otros procesos hormonales de neustro cuerpo.