Las nueces son una buena fuente de vitamina E, la que le da poder antioxidante, ayudando a prevenir el envejecimiento de nuestro organismo y es el séptimo alimento con que más posee polifenoles que mejoran la conexión entre las neuronas.
Posee potasio, mineral necesario por el cuerpo necesita para producir proteínas, controlar la actividad eléctrica del corazón y desarrollar los músculos. Tiene ácidos grasos poliinsaturados, los que son considerados el “medicamento” natural más indicado para bajar los riesgos coronarios. Dentro de estos ácidos grasos poliinsaturados destaca su aporte en omega-3, que ayuda con las arritmias, junto a reducir los niveles de colesterol puesto que mejora la relación entre el colesterol LDL “malo” y el colesterol HDL "bueno".
Estimula nuestro sistema inmunitario y sistema nervioso, por su contenido de zinc.
Posee ácido fólico transformándolo en un aliado excelente para las mujeres embarazadas. Es un buen complemento para evitar/mejorar las anemias y mejora los momentos de cansancio o fatiga al ser buena fuente de hierro.
La pasta de nuez es ideal para cuidar el cerebro y mejorar la memoria, ya que su contenido de triptófano y vitamina B6, favorece a la memoria, llegando a prevenir el Alzheimer, fomenta a los neuroprotectores mejorando la función cognitiva, favorece también a la relajación muscular, mejorar el insomnio o alteraciones en el sueño, además de ser una excelente aliada contra la depresión.
Al contener buena fuente de fibra, magnesio e índice glucémico bajo, reduce los riesgos de padecer diabetes tipo 2. Produce un efecto saciante ideal para las dietas enfocadas en la pérdida de grasa (ya que tiene más beneficios que calorías, siempre y cuando se mantengan las porciones).
En las nueces se destaca cantidad de ácidos grasos alfa-linoleico y linoleico, que tienen gran efecto antiinflamatorio, manteniendo los vasos sanguíneos sanos, además de tener efectos beneficiosos sobre los lípidos de la sangre.